¿Hace falta que haga una presentación de esta serie? Dudo mucho que vaya a descubrirle a nadie a personajes como el Chavo, Quico o Don Ramón. Pero apuesto a que en estas líneas vais a aprender un par de cosas que ignorabais sobre este celebérrimo programa. Y es que el impacto y la difusión del show en su México natal, y por toda Latinoamerica, fue bastante más profundo y vivido que el que experimentamos en España.
El primer hecho curioso, y seguramente desconocido, para los españoles es que la serie duró nada menos que 12 años, 8 temporadas y 290 capítulos en antena. Una cifra que da fe del enorme éxito del programa y que pone de relieve el relativo desconocimiento que tiene la audiencia patria, ignorante de su longevidad.
Pero esto es solo la punta del iceberg. La historia tras la producción de la serie y las relaciones entre los actores son dignas del más casposo y manido culebrón que uno se pueda imaginar. Como en casi todos los grandes shows los conflictos, los recelos y los mamoneos campan a sus anchas tras bambalinas. En este caso la inmensa mayoría de las polémicas incluyen los nombres de Chespirito (El Chavo), Carlos Villagran (Quico), Florinda Meza ( Doña Florinda) y Maria Antonieta de las Nieves (La Chilindrina); como el lector medio de esta web tiene menos capacidad de retención que la vejiga de Concha Velasco procuraré referirme a ellos por los nombres de los personajes que encarnaron.
Sin duda la gran trama de la opereta que se desarrolló entre los camerinos del show es la larga enemistad entre El Chavo y Kiko ¿Dónde empezó esta guerra? Según algunos rumores todo se remonta al inicio del programa cuando, allá por el 71 cuando ambos intérpretes andaban rondando a una joven Doña Florinda. Las malas lenguas aseguran que, pese a que Chespirito y Florinda han acabado siendo marido y mujer, Kiko consiguió beneficiarse durante un tiempo a la que fue su madre en la ficción en un fetichismo que seguramente Freud calificaría de meta-complejo de Edipo (O de E-Quico jojojo).

Lo peor es que a dia de hoy seguro que la gente shippearia con Quico y su madre sin necesidad de rumores. Asco de mundo.
Al margen de esta pasión de gavilanes, casi todas las versiones hablan de una creciente tensión entre El Chavo y Quico que iba escalando conforme lo hacia la popularidad de la serie. Con el permiso de Don Ramón, ambos eran los personajes más carismáticos del show y, según algunos, esto llevó a que Chespirito sintiera envidia de la fama de Villagran, mientras que este sospechaba que el otro se guardaba los mejores chistes para su propio personaje aprovechándose de su condición de creador de la serie.
Lo cierto es que, ya fuera por la tensión en la producción o para aprovechar mejor su éxito, Villagrán acabó abandonando el reparto de la serie en el 78 para protagonizar su propio show con el personaje del niño mofletudo y consentido que tanta fama le había prodigado. La serie de Quico, emitida en la misma cadena que “El Chavo del 8”, contó en un principio con el beneplácito de Chespirito para usar el personaje creado por él, pero no tardaron en aparecer las primeras disputas en las que ambos actores reclamaban para si la autoría, y por ende los derechos, del personaje.

Este conflicto de intereses se trasladó a los tribunales y obligó a que Villagrán tuviera que cambiar su nombre artístico de Quico a Kiko. Mientras que Chespirito argumenta que el personaje es de su propiedad puesto que fue creación suya, Villagrán replica que los rasgos más característicos del papel (las frases, los ademanes, los cachetes inflados) son elementos que él mismo aportó a su interpretación y que esto supone un motivo más que suficientes para que los derechos sobre él sean suyos.
Pese a perder la batalla legal, Quico ha seguido interpretando básicamente el mismo papel en diferentes series, aunque con mínimos cambios en su nombre, hasta hace muy pocos años. Y si bien la disputa en los tribunales no se alargó demasiado, las calumnias y acusaciones entre los antiguos compañeros se han seguido a lo largo de los años y no es difícil encontrar declaraciones del Chavo llamando desagradecido a Quico o a este refiriéndose a Chespirito y Meza como “Chusma”. Villagrán, que tiene pinta de ser un elemento de cuidado, ha llegado a asegurar que El Chavo ofreció en la época actuaciones privadas para las familias de los narcos o que su actual enfermedad se debe a que “Dios está castigando a El Chavo”.
En cuanto al propio Chespirito, como ya se ha dicho, a día de hoy se encuentra casado con Doña Florinda, existiendo entre ambos una franja de edad de 20 años. La pareja tampoco ha sido ajena a las habladurías y hay quien acusa a Florinda de ser una suerte de viuda negra que manipula y domina (incluso algunos han llegado a hablar de maltrato) a su anciana pareja para dar buena cuenta de su fortuna y los negocios que gestiona.
También podemos hablar de que la Chilindrina también mantuvo un pleito por su personaje con Chespirito en unos términos muy parecidos al ya mencionado de Quico. Al igual que este, la hija de Don Ramón también ha protagonizado sus propias series y ha llevado de gira circos por toda Latinoamerica con la presencia de la Chilindrina como principal atracción. Pero a diferencia de Villagrán, de las Nieves parece haber tenido mejor fortuna en el terreno legal y a día de hoy posee los derechos de explotación del personaje, siendo esta la razón por la que no aparece en la actual serie animada de “El Chavo”.

Doña Florinda en sus años mozos. Le dabas y lo sabes.
Por último, como guinda del pastel, en una serie tan mítica como esta no es raro que surjan leyendas urbanas de capítulos perdidos o finales desechados. En los mentideros de la red se habla de uno de los primeros episodios de la serie, cuyo contenido violento (aunque se mantiene dentro del espíritu caricaturesco de la serie) fue encontrado inadecuado para la época y solo fue emitido una vez. Pero a diferencia de un vulgar creepypasta, parece ser que este rumor si tiene una base real y no es difícil encontrar el archivo de este capítulo en youtube e incluso algún reportaje al respecto
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