Buenas chavalada. El post de hoy me vino a la cabeza tras leer un artículo de la web de Fotogramas, en concreto este: http://www.fotogramas.es/Noticias/El-mayor-fracaso-comercial-del-ano. La pregunta es…¿Qué cojones está pasando en el cine?
Los que nos dedicamos a esto, le ponemos empeño con una mano delante y otra detrás ya que todo el mundo nos dice eso de “¿El cine?, uff pero eso está fatal, muchacho”. Y está fatal porque nosotros mismos nos lo hemos buscado.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el cine está hecho para contar historias a la gente. Hay directores que empiezan con el rollo “no, es que mi obra es muy personal; mi intención no es llegar a la gente, sino conocerme a mí mismo; soy consciente de que mi película no está hecha para ser entendida”… Tío, si quieres hacer cositas para tí, escribe un diario, como se ha hecho de toda la vida. Y es que el cine existe porque quieres comunicar algo a la gente de forma más o menos masiva, que no se pierda el detalle.

Mi nuevo proyecto “El sueño de Eduardo” es un plano fijo de una mierda mientras se oye a un señor cantando jotas en Off. Son cuatro horas de película.
De aquí deriva otro gran problema. Si queremos llegar al mayor número de gente posible… ¿Por qué una entrada de cine cuesta un riñón, un ojo y el alma de tu primogénito? Hoy en día existen multisalas que permitirían una acogida de público espectacular en distintos pases. Si la película se proyecta igual… ¿No ganas más vendiendo 3 entradas a 4€ que vendiendo 1 entrada a 9€? (Os dejo libertad para calcular proporciones que os hagan hervir más o menos la sangre). El problema es que estamos ante una industria que solo se mira su propio culo y lo que es rentable a corto plazo, y ahí el cine como expansión cultural está perdido.
Esto último nos lleva a la última reflexión sobre el tema. Y es que en la Tasca no nos quedamos tranquilos si no despotricamos de vez en cuando de Shuper Mariano y shush shecuacesh. En España el cine depende de subvenciones estatales, las cuales han sido mermadas hasta puntos ridículos ya que parece ser que la cultura no es una de las prioridades del país (eso sí, para meterle dinero a la peliculita de la Sinde bien que se rascaron el bolsillo). Parece que no se dan cuenta de que en este país, la cultura es de las poquitas cosas que tenemos para exportar y que funcionan.

Po a mí me quitaron la subvención curturá esa y mis niño comen to los dia su cebolla empaná. ¡Brandine! agarra a la comadreja de remové la ensalá, que se ha volvío a escapá
En resumen, que le pregunten a Fernando Cotizo qué le habría parecido que las salas donde se proyectara “O Apóstolo” se hubieran llenado aunque la entrada hubiese sido el triple de barata. Yo lo hubiera firmado.