¿Que hay de nuevo tasqueros? Hoy os venía a hablar de un fenómeno ya menos frecuente desde que salimos de nuestra añorada peseta. Visitando algunas hemerotecas en línea uno se puede encontrar noticias de todo tipo en archivo, desde la comidilla de todos los días hasta anécdotas de tiempos pasados. En este caso es lo segundo, la cual data de Octubre de 1980. El título viene a ser el siguiente: El timo del «magiclick» hace perder a la Telefónica dieciséis millones de pesetas mensuales.
La picaresca española es uno de esos estandartes que nosotros mismos nos hemos colgado y que incluso con orgullo se presume de él. La España de Rinconete y Cortadillo ya quedó muy atrás, pero la esencia del beneficio a base de hacer trampas (prefiero llamarlo ingenio) sigue bastante vigente y es uno de los deportes preferidos por unos tantos.
Comenzamos exponiendo un fragmento del citado archivo:
Quizá el más conocido, y en la actualidad más utilizado de los sistemas para no pagar las llamadas realizadas desde una cabina sea el conocido como el timo del magiclik. Consiste en aplicar un encendedor eléctrico, de los que se utilizan para las cocinas de gas, al cable del teléfono que, en las cabinas, está protegido por una envoltura metálica flexible. Con este sistema se puede hablar con cualquier parte del mundo por la red automática internacional. Al descolgar su aparato el comunicante a quien se llama, el defraudador aplica un extremo del cable interior del encendedor y le transmite un impulso eléctrico que produce un campo magnético. Este campo magnético activa el interruptor de cobro y queda retenido durante el período mínimo necesario, según la distancia. Cuando un clack señala que se deben introducir más monedas para mantener la comunicación, el defraudador emite nuevos impulsos y la comunicación continúa. Si es necesario solamente un duro para hacer una llamada breve en Madrid, por el sistema del magiclik sólo necesita dar un impulso eléctrico. Si, por la distancia, necesita monedas de cuantía superior, los impulsos eléctricos serán más
¿De verdad que algo tan sencillo como un magiclick podía proporcionar llamadas gratuitas infinitas? Afirmativamente vemos que era una práctica bastante extendida, lo que mas me llama la atención es como pudo llegar esa cabeza pensante a tal conclusión partiendo de algo tan simple.
Otros métodos, a los que está poniendo remedio la Compañía Telefónica, son los de las monedas atadas o chupadas. Por el primero de ellos, el defraudador introducía una moneda atada a un hilo. Cuando el aparato traga la moneda, quien utiliza este truco tira del hilo y el duro vuelve a su sitio anterior, con lo que, al final de la conversación, puede recuperarlo sin haber pagado nada por la comunicación. Existen más modalidades de fraude, entre ellas la de verter un poco de cerveza por la ranura de introducción de monedas, pero son métodos más complicados y, por tanto, más difíciles de utilizar impunemente.
Seguro que habrás visto en mas de una ocasión a algún personaje socarrón de serie o película hacer el truco de la moneda atada, clásico entre los clásicos. Es de esas cosas que a uno le llama la atención siendo un zagal, en la era de los salones recreativos y bares de mala muerte con la maquinita al fondo la idea de jugar partidas infinitas era algo bastante tentador. Recuerdo haberlo intentado al menos una vez y fue desastroso, se atascó la máquina y no volví a pisar ese bar una temporada por miedo a un escobazo. En cuanto a lo de verter cerveza en la ranura de las monedas me tengo que quitar el sombrero.
Desviándonos de la noticia del artículo podemos mentar algunas jugarretas como el meter una gorra en el hueco del futbolín para que la bola nunca se perdiera o también el sonado «jefe, se ha tragado la moneda». He recopilado algunas anécdotas personales que he leído por la red, cada sitio tenía su truco después de muchas horas de investigación.
- En el salón recreativo del sitio que iba a veranear había una máquina que si levantabas el protector de la pantalla había un botón escondido que al pulsarlo te daba créditos. Necesitabas la colaboración de tus compañeros, ya que era muy fácil que te pillaran si el dueño del salón estaba vigilado.
- El magiclick funcionaba cuando le dabas chispazos a los remaches externos de la maquina. Solo había que encontrar uno que hiciera contacto con el selector de monedas. Este era el truco preferido de los mas golfos que frecuentaban ese lugar.
- Un verano nos dedicamos a poner duros en las vías del tren para que los aplastara “a ver cómo quedaban”, puro aburrimiento veraniego. A uno de nosotros se le ocurrió “¿y si funcionaran en las máquinas?”Pues ¡FUNCIONÓ!
- Había un truco en los billares que consistía en golpear con la parte de atrás del palo en el botón de chapa que había que apretar para sacar las bolas, lo malo era que había que golpear muy fuerte y era fácil que te escuchasen.
- Siempre había alguien en la pandilla que tenía algún conocido en escuelas/taller y de vez en cuando se presentaba con un monedero lleno de monedas de plomo, con buen resultado la mayoría de las veces.
Quería despedirme con una opinión personal, a mi parecer estos métodos le han venido bien a las empresas ya que se han ahorrado bastantes estudios en fallos de seguridad por la picaresca e ingenio de la gente, solo hay que ver como ha evolucionado por ejemplo el cajetín de las monedas o la incorporación de sensores de movimiento en algunas máquinas.
Y ahora os pregunto tasqueros: ¿Teníais algún truquillo por ahí guardado? ¡Coméntanoslo!
¡Hasta la próxima!
Fuente: http://elpais.com/diario/1980/10/04/madrid/339510256_850215.html