Hoy en día está muy presente el término radical, si tuviéramos que darle un significado a lo que ideología radical se refiere podríamos decir que es toda aquella idea que se intenta imponer en una sociedad por la fuerza sin importar otras formas de pensar o ideologías. En los medios de información se hace mucho eco últimamente sobre estos supuestos grupos radicales que atentan contra el estado, medios que mas que informar desprestigian al ciudadano indignado que pacíficamente se manifiesta y los cuales tienen que llevarse la etiqueta de radicales porque un grupo reducido se dedica a destrozar el mobiliario urbano. No voy a entrar en el debate de si estos supuestos grupos radicales lo forman ciudadanos cansados de que no les escuchen o si son los mismos representantes del estado camuflados. Sea lo que fuere, los actos de violencia en pos de cambiar la situación actual son una manera de llamar la atención dado que la mayoría de las veces son silenciados y no tiene otra manera de hacerse ver. ¿Qué estoy a favor de este tipo de actos? Sinceramente NO, pero tampoco estoy a favor de un estado que hace prácticamente lo mismo pero en vez de piedras usa leyes. Así que en mi opinión está mal tanto una cosa como la otra. Quería dejar claro lo que es en mi humilde opinión un acto radical, ya que parte de lo que se va a hablar aquí se encasilla dentro.
Neoludismo y ludismo
El neoludismo es una ideología de carácter radical, opuesta al desarrollo de la revolución digital, a la inteligencia artificial y a todo avance científico que se apoye en la informática. Aunque apareció en la última década del siglo XX, es un movimiento que mantiene sus raíces en el ludismo. El ludismo surgió a principios del siglo XIX como un movimiento obrero en contra de las industrias por los despidos y los bajos salarios ocasionados por la introducción de las máquinas. Estas revueltas eran desorganizadas y los obreros atentaban contra las máquinas destruyéndolas.
Theodore John Kaczynski, El Unabomber
Elaboró en su aislamiento social el manifiesto La sociedad industrial y su futuro, considerado uno de los máximos exponentes del neoludismo. En él declara la alienación de la humanidad bajo el poder de la técnica, especialmente en el tratamiento de la información a través de computadores. Sin embargo, Kaczynski jamás utilizó el término para definirse. Le costó grandes quebraderos de cabeza al FBI hasta que finalmente su propio hermano lo reconoció por algunas expresiones que él solía utilizar y que vio reflejadas en dicho manifiesto.
Matemático, filósofo y con unas excelentes calificaciones desde temprana edad pasó de una vida acomodada a un aislamiento pleno y rechazo absoluto hacia la sociedad moderna. En 1971 se mudó a una remota cabaña construida por él mismo en medio de Lincoln, Montana donde vivió una vida sencilla con muy poco dinero, sin electricidad ni agua corriente, y encontrando alimento mediante la caza y la recolección. Pronto comenzaría su campaña de bombas que acontecieron entre 1978 y 1995, Kaczynski envió 16 bombas a objetivos incluyendo universidades y aerolíneas, acabando con la vida de 3 personas e hiriendo a otras 23.
Entre sus atentados, aunque no era especialmente hábil en la fabricación de bombas caseras, destacaron los siguientes:
- Junio de 1980. Percy Wood, presidente de United Airlines, resulta herido por un envío postal.
- 1981-1982. En estos dos años tres nuevos ataques dejan dos heridos en las universidades de Vanderbilt y Berkeley.
- 1985. Se producen cuatro atentados más: un paquete bomba estalla en la Universidad de Berkeley, otro es desactivado en las oficinas de Boeing en Washington, un docente es herido en la Universidad de Michigan y en una tienda de ordenadores de California muere el dependiente al inspeccionar un paquete.
- 1987. Otro dependiente resulta herido en Salt Lake City.
- 1993. Dos personas más heridas a causa de sendos paquetes explosivos.
- 1994. Thomas Mosser, vicepresidente de una empresa de publicidad, muere por otro atentado postal.
- 1995. Muere gilbert P. Murray, presidente de la Asociación Forestal de California, al abrir otro paquete bomba.
No fue hasta 1995 cuando Unabomber (nombre dado por el FBI) envió al periódico The New York Times una carta en el que hacía públicas sus quejas hacia las nuevas tecnologías, en ella pedía la publicación de un artículo de unas 30000 palabras (La sociedad industrial y su futuro) a cambio de no enviar más bombas. Dudaron de su palabra, pero aún así lo publicaron por si alguien podría identificarle. Recibieron miles de llamadas de personas que creían conocer a Unabomber y tenían miles de sospechosos, momento en que el hermano de Kaczynski lo reconoció y no dudo en dar la localización de la cabaña en la que vivía. Lo detuvieron y al comprobar las pertenencias que había en ella dedujeron que los actos habían sido premeditados. También encontraron su diario y un cuaderno de notas en el cual se describía la fabricación de sus bombas.
Actualmente cumple cadena perpetua y sigue fiel a sus ideas, donde sigue elaborando nuevos escritos y manteniendo contacto con unas 400 correspondencias por cartas de simpatizantes de su causa.
Actualidad
A día de hoy es prácticamente impensable una vida sin tecnología y medios digitales, por citar el ejemplo mas cotidiano las redes sociales pasaron de ser un mero entretenimiento mas en Internet a ser parte de nuestra vida diaria. Con el auge de los smartphones y estar siempre enchufado a la red esto se ha consolidado hasta límites que en mi opinión nadie se podría haber imaginado hace unos años, el mero hecho de llevar en el bolsillo estos aparatos ha pasado a ser algo tan común que raro es la persona que no dispone de ellos. Estamos, y permitidme que lo diga, ante un nivel de dependencia de las tecnologías preocupante.
Black Mirror es una serie que relata perfectamente lo incómodo que puede llegar a ser nuestro mundo moderno, llevada al extremo y con un gran sentimiento de tecno-paranoia que sucede hipotéticamente en un futuro mas cercano de lo que creemos. Charlie Brooker, creador de la serie, explicó el título de esta:
Si la tecnología es una droga -y se siente como una droga- entonces, ¿cuales son los efectos secundarios?. Esta área -entre el placer y el malestar- es donde Black Mirror, mi nueva serie, está establecida. El «espejo negro» (black mirror) del título es lo que usted encontrará en cada muro, en cada escritorio, en la palma de cada mano: la pantalla fría y brillante de un televisor, un monitor, un teléfono inteligente.
En mi caso intento ver el lado positivo de disponer de estos medios, reconozco que es una herramienta poderosa pero que tiene doble filo. Hay gente que no sabe hacer un buen uso de ellas y me preocupa ver cada vez mas críos refregando el dedo en las pantallas sin saber las malas consecuencias que pueden traer. Un zagal no es consciente de lo que una simple opinión, un vídeo o una foto puede generar en las redes sociales, están expuestos sin saberlo a un linchamiento que puede realmente fastidiarles la vida y perseguirles siempre. El hecho de que estas interacciones no estén alojadas en una medio físico hace la tarea de retirar de la red estas meteduras de patas algo imposible, quizás quede el consuelo de que las nuevas tendencias dejen su hojarasca encima y caigan en el olvido.
¿Sería efectivo el neoludismo entonces? Mi conclusión es que por mucho que se haga y diga la tecnología va a seguir avanzando por mal que le pese a determinados colectivos. Me parece mas práctico empezar a concienciar desde casa y las escuelas a estas nuevas generaciones que empezar a enviar bombas a diestro y siniestro, es más, aunque suene descabellado creo que una asignatura en las aulas que enseñe el buen uso de las tecnologías o incluso incluir estas doctrinas dentro de Ética ayudarían bastante de cara al futuro. Y por otro lado aplicar leyes mas duras a ciertas multinacionales que juegan con nuestros datos a su antojo y la mayoría de las veces sin consentimiento nuestro.
Para cerrar esta entrada, y aunque me vaya del tema, quiero animar a algunos usuarios de smartphones y tablets a que hagan uso de los auriculares, no hay cosa que mas deteste que tener que enterarme de lo que sea lo que estés haciendo con el aparatito. Especial mención a los de las terrazas de los bares y los de las salas de espera, a ver si ahora vamos a tener que darles un cursillo de comportamiento en sociedad antes de poder adquirir uno.